- A veces parece que la empresa y el administrador son dos figuras que actúan por separado. Y a rasgos generales es así. Pero en la práctica, si surgen problemas con Hacienda, con la Seguridad Social o con los acreedores, las líneas se difuminan.
- Es el caso de cuando llega una sanción a la empresa. Pero quien acaba pagándola es el administrador. Vamos a contarte cuándo puede ocurrir esto, por qué pasa y, sobre todo, cómo puedes evitarlo. Porque hay algo que tenemos muy claro en nuestra asesoría en Zaragoza, prevenir es mucho más sencillo, y económico, que arreglar un problema cuando ya ha estallado.
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Estamos a tu disposición.
¿Puede un administrador responder con su patrimonio personal?
La respuesta corta es que sí. Pero no siempre.
La sociedad limitada o anónima protege a los socios y administradores en la mayoría de los casos, aunque esa protección tiene límites.
Cuando un administrador actúa con diligencia, cumple sus obligaciones y se apoya en un buen asesoramiento, no debería tener que preocuparse.
Lo que ocurre es que a veces hay negligencia, falta de control o se toman decisiones poco acertadas, que se alejan de lo legal. En esos casos, la Administración (ya sea Hacienda, la Seguridad Social o incluso un juez) puede determinar que el administrador responda con su propio patrimonio. Y eso, como imaginarás, puede ser un golpe importante. Por eso es tan importante conocer hasta dónde llega tu responsabilidad si estás al frente de una empresa.
Fundamentos legales: deberes del administrador
La Ley de Sociedades de Capital establece varios deberes que todo administrador debe cumplir, lo que pasa es que muchas veces pasan desapercibidos en el día a día.
Los más importantes son:
- Deber de diligencia: actuar como lo haría cualquier empresario prudente, anticipando riesgos y tomando decisiones informadas.
- Deber de lealtad: proteger los intereses de la sociedad, evitar conflictos personales y actuar con transparencia.
- Cumplimiento de obligaciones fiscales, contables y laborales: mantener la contabilidad al día, presentar impuestos correctamente y velar por el cumplimiento de las normas laborales.
- Atención a la solvencia de la empresa: si la sociedad atraviesa dificultades económicas, el administrador debe reaccionar a tiempo (por ejemplo, solicitando el concurso de acreedores si es necesario).
Cuando alguno de estos deberes se incumple, aunque sea por omisión, pueden derivarse sanciones directas sobre el administrador.
Casos concretos en los que sí se responde personalmente
Para entenderlo mejor, aquí tienes algunos ejemplos reales.
Imagina que una empresa deja de presentar el IVA o el Impuesto de Sociedades durante varios ejercicios. Si Hacienda considera que el administrador fue responsable directo de esa omisión o actuó con negligencia, puede exigirle que pague la deuda con su propio dinero.
O piensa en una contabilidad poco clara, con facturas que no reflejan la realidad del negocio. A pesar de que la sanción recaiga en la empresa, si se demuestra que el administrador permitió (o ignoró) esa situación, también puede ser sancionado personalmente.
Otros casos frecuentes son:
| Situación | Qué puede ocurrir |
| Contabilidad incorrecta o inexistente | Hacienda puede derivar la responsabilidad al administrador. |
| No presentar impuestos o hacerlo fuera de plazo | Si hay perjuicio económico o reiteración, el administrador puede ser responsable solidario. |
| No declarar insolvencia a tiempo | En un concurso culpable, el administrador responde con su patrimonio. |
| Impagos de cotizaciones o sanciones laborales graves | Inspección de Trabajo puede exigirle la deuda personalmente. |
La clave está en demostrar que se actuó con diligencia y buena fe. Si el administrador puede acreditar que hizo todo lo posible por cumplir la ley, no debería asumir sanciones personales.
¿Cómo evitar riesgos y sanciones personales?
Prevenir siempre es posible (o casi siempre). Y hacerlo bien no requiere grandes esfuerzos, sino constancia, control y rodearse de buenos profesionales.
Te dejamos algunas recomendaciones que aplicamos cada día con nuestros clientes:
- Lleva una contabilidad clara y actualizada. No dejes papeles sin revisar ni cierres sin conciliar. Un pequeño descuido puede acabar en una gran sanción.
- Cumple con tus obligaciones fiscales y laborales. Los plazos son sagrados: mejor presentar con tiempo que ir corriendo el último día.
- Documenta todas las decisiones importantes. Convocatorias, actas, acuerdos, contratos… Todo debe quedar por escrito. No vale el «ya lo hablamos».
- Forma parte activa de la gestión. Aunque delegues tareas, sigue de cerca lo que ocurre en tu empresa. Pregunta, revisa, pide informes.
- Apóyate en tu asesoría de confianza. Un buen equipo de asesoría no sólo te lleva los números: te ayuda a prevenir errores, interpretar normativas y evitar sanciones.
- Valora un seguro de responsabilidad de administradores. No sustituye la diligencia, pero sí puede cubrir costes de defensa o indemnizaciones.
Actuar con transparencia, constancia y acompañamiento profesional te mantendrá a salvo de la mayoría de los riesgos. Si necesitas un asesor o gestor de empresas en Zaragoza, cuenta con nuestro equipo Obón Turlán.
Qué hacer si ya te ha llegado una sanción
Una sanción no siempre implica responsabilidad personal inmediata, pero hay que reaccionar de forma ágil.
Si ya estás en esa situación, el nivel de estrés es alto, lo entendemos. Pero es importante mantener la calma para actuar con cabeza.
Estos son los pasos que te recomendamos seguir desde la asesoría y gestoría en Zaragoza Obón Turlán:
- Revisa la notificación con un asesor especializado: hay sanciones que se pueden recurrir o reducir.
- Aporta toda la documentación que acredite tu buena gestión: actas, contabilidad, declaraciones, correos con Hacienda… todo cuenta.
- Valora presentar alegaciones o recurso: a veces una simple aclaración documental puede cambiarlo todo.
- No afrontes el proceso solo: un abogado o asesor especializado te ayudará a analizar si realmente hay base legal para reclamarte la sanción personalmente.
Y, por supuesto, utiliza esa experiencia para revisar tus procedimientos internos y evitar que vuelva a ocurrir.
Podemos darte la tranquilidad de que todo está bien hecho. Nos encargamos de revisar tus obligaciones fiscales, laborales y mercantiles, para que puedas centrarte en hacer crecer tu negocio.
Si quieres que revisemos tu situación o necesitas resolver una sanción concreta, estamos aquí para ayudarte. Contacta con nosotros y te asesoraremos de forma personalizada.